En temas de cómics he sido fan de DC desde pequeño, desde que me regalaron unos cuantos cómics antiguos, entre los que se incluía el primer número de una miniserie de dos de Batman, y del que compraría la segunda parte bastantes años después. Entre esos cómics había bastantes más sagas, también de Marvel, pero ninguno de ellos me atrapó tanto como el protagonizado por el cruzado de la capa... y por Clayface.
Es evidente que Batman jugó un papel muy importante en que me aficionara a los cómics, y especialmente a los de DC, de ahí que dentro del noveno arte, Batman sea mi personaje favorito. Así que no es muy difícil adivinar que Arkham Asylum sea uno de mis juegos favoritos. En ellos Rocksteady supo captar que es lo que hace especial a Batman y su mundo, especialmente el primero.
Tras Arkam Knight, que fue el tercero de la saga y último juego del estudio, y tras un par de años de desarrollo, cambios, algún que otro problema y retrasos ha llegado el juego que supuestamente es la secuela de Arkham Knight, y que expande el universo Arkham de Rocksteady. Digo supuestamente, porque aunque si que lo es oficialmente, Suicide Squad: Kill the Justice League, esta a años luz de suponer una continuación digna, e incluso creíble de los juegos de Batman Arkham.
Sin tener demasiado en cuenta que Kill the Justice League es un juego como servicio, cosa que que no nos agrada especialmente a los jugadores, nos encontramos con un no demasiado mal juego, según los análisis, ya que yo no lo he jugado y tampoco tengo ninguna intención de hacerlo. El problema de esto es que se nos priva de un juego como Arkham Asylum o Arkham Knight, para ofrecernos algo que no hemos pedido.
WARNER SIGUE TROPEZANDO CON LA MISMA PIEDRA
La división de Warner dedicada a crear videojuegos está obsesionada con crear un juego como servicio que sea exitoso. Pero para su desgracia todos sus intentos han sido infructuosos, tal y como demuestran Gotham City Impostors (normal que no os acordéis de él), Back 4 Blood, la idea inicial que tenían con Gotham Knights, Multiversus o DC Universe. Es por ello que uno podría preguntarse si no es mejor crear un juego exitoso, como Hogwarts Legacy que ha vendido 24 millones de copias, en vez de crear juegos como servicio que tienen muchas posibilidades de fracasar.
Entiendo que las editoras busquen a la gallina de los huevos de oro, pero el problema es que ponen el fin por delante del medio, obteniendo nefastos resultados. Aunque esto es un problema, y de ahí se deriva el segundo de ellos, que es no escuchar a los jugadores, ya que como he dicho antes, ni por asomo queríamos este juego, aunque también hay que decir que no está funcionando tan mal como cabría esperar, al menos en ventas, no así en número de jugadores.
WARNER, ¿DE DÓNDE TE VIENE LA OBSESIÓN POR FALTAR AL RESPETO A TUS PERSONAJES?
El aspecto que más me molesta de este juego, y de muchas otras producciones, es que se añade algo que no debería estar ahí, algo superfluo e innecesario, y que no mejora en nada el producto. En general el producto se empeora, no dando a los fans los productos que queremos, sino lo que ellas creen que queremos.
Un ejemplo de esto lo tenemos con los esfuerzos que hacen los propios creadores en ridiculizar a sus personajes, siendo la muerte de Batman un buen ejemplo de ello, aunque la de Green Lantern tampoco se queda atrás. Esto se debe, en parte, por sacar del proyecto al guionista de los tres anteriores Arkham para poner a un grupo ajeno al mundo de los videojuegos y en el que no pesa tanto contar una buena historia.
Evidentemente, Rocksteady no tiene toda la responsabilidad del desarrollo de Kill the Justice League, sino que como parte de Warner tiene que seguir las directrices que le marcan desde arriba. Espero que este desarrollo no le pase factura a Rocksteady como le sucedió a Bioware con Anthem, ya que ellos no tuvieron toda la culpa de este desastre
Espero que este juego, y Marvel´s Avengers, y Anthem, y muchos más que llegaron antes muestre algo a la industria, pero desgraciadamente los jugadores hemos pasado mucho más y por eso las compañías se siguen aprovechando de nosotros.